jueves, 30 de septiembre de 2010

Un sabor muy amargo


La verdad, la verdad cuando la conocí su aspecto me causo gracia, pues acostumbraba depilarse casi toda la ceja y solo dejaba un montoncito de cejas en la parte interna del parpado y lo demas demás lo delineaba con un lápiz café, Pau decía que siempre parecía estar sorprendida.
Muchas veces estuve molesta con ella o con sus actitudes, como me enojaba su permanente competencia, si algo le contabas, a ella o a un conocido le había pasado algo parecido pero peor o mejor según fuera el caso. Como toda madre siempre fue ciega al hacer juicios de sus hijos, y frecuentemente disculpaba sus errores y los pasaba por alto, Kike siempre fue su consentido.
La verdad es que a mi me acepto, no se si de buen grado, pero con el paso del tiempo goce de un estatus, yo, esposa de su hijo, no necesitaba de otro merito,para ser aceptada y querida. Jamas olvido mi cumpleaños, ni el de Paula, y tampoco el de Marijo, y sus obsequios fueron siempre de nuestro agrado, en navidades se sentía Santa Clausula y regalaba a manos llenas, era una persona que gozaba dando.
Algo que siempre admire de ella fue su memoria, recordaba, fechas y hora de nacimiento, defunción, bodas, separaciones, fiestas, agravios, cantidades, recetas y un sin fin de acontecimientos, no solo de su familia cercana, también de sobrinos, primos,hermanos,familiares, amigos etc., si ella decía que le habías pagado el dinero que le habías pedido prestado, seguramente así era y si decía que no, a mi no me cabía la menor duda no lo había pagado, para cuestiones monetarias era la única persona confiable, 100% confiable.
Kike y ella tenían un lazo muy estrecho su hijo mediano era su dedo chiquito, su mano derecha, su amigo y una compañía frecuente, ella le pedía su opinión con regularidad y el se la daba con sinceridad, aunque le dijera cosas que a ella no le gustaran, pero aun así las tomaba en cuenta a la hora de tomar sus decisiones.
Como buena madre siempre estaba al pendiente del bienestar de su familia, de toda su familia, el abrigo, el alimento, la solidaridad, son las palabras que la representaban, no importa si era una de sus nietas o sus 40tones hijos, todos merecían sus atenciones que ademas ella prodigaba con alegría y cariño.
La recordare siempre como una de las mejores personas en mi vida, espero haber asimilado alguna de sus virtudes, que ya sus defectos se desvanecerán con el tiempo.
Su partida nos hizo sentir un sabor muy amargo, su recuerdo sera siempre un alimento para el alma.